Seguramente has leído cientos de veces la frase «DECRÉTALO Y SE HARÁ REALIDAD». Pues bien, déjame decirte que esto es absolutamente cierto.

Para bien o para mal, nuestros pensamientos, derivados de nuestras creencias, dan forma a nuestras acciones y a nuestro diálogo interior. Esto a su vez, se ve reflejado en nuestra realidad.

Cada una vivimos actualmente conforme nuestras creencias sobre nosotras mismas y sobre todo lo que existe en el mundo, incluyendo el dinero. Las creencias que hemos aprendido en la niñez por el entorno donde crecimos, fueron la base de nuestras decisiones y al tomarlas, trazamos nuestro camino de vida, que se puede observar en nuestro presente.

Mira atentamente lo que hay a tu alrededor y analiza ¿Te gusta? ¿Te hace sentir feliz y satisfecha? ¿Es lo que querías cuando joven? ¿Vives la vida que quieres? ¿O vives soñando con tener la vida que quieres?

Si estás en el último caso es porque seguramente en tu pasado tomaste ciertas decisiones que te llevaron a tener ahora, la vida que llevas. Solo tú y tus decisiones fueron las que le dieron forma a tu realidad actual. Esas decisiones y lo que te decías a ti misma, siempre estuvieron permeados por tus creencias.

Si creíste cuando joven, que la vida era tener un esposo, una casa e hijos y no había más que lograr y decías «Quiero un marido que me procure y me mantenga» pues seguramente eso es lo que tienes y lo más probable es que no hayas logrado nada más (Me refiero a algo que realmente haya dejado huella en la humanidad).

Si creíste que no eras buena para las ventas y los negocios y pensabas «¡Oh!, los negocios son para los hombres. Mi papel es estar en casa» o algo como «no nací para vender. Yo soy consumidora, no vendedora», pues seguramente no tienes ahora ningún negocio, o si lo tienes no facturas lo que quisieras.

Si creíste que no eras capaz de tener una nueva relación después de haber roto con tu novio de diez años, que te engañó con alguien que conoció en una fiesta y te dices «¡Jamás amaré hombre igual!», «El amor no es para mí», «Todos los hombres son iguales», lo más probable es que no hayas logrado consolidar una relación amorosa o hayas sufrido varias decepciones.

Si creíste que solo teniendo un trabajo con un sueldo fijo era la única manera de lograr una estabilidad económica pensando y diciendo «No sé que voy a hacer si pierdo el trabajo», entonces sigues siendo empleada, o lo fuiste durante la mayor parte de tu vida, sirviendo a otras personas.

Si creíste que tu papel era procurar el bienestar de otros, sacrificando tus propios intereses diciendo algo como «Primero ellos y luego yo», o «Yo no importo», «Yo ya viví», entonces ahora eres una mujer frustrada, llena de enojo y tristeza.

¿Ves lo importante que es cambiar las creencias y las palabras que decimos?

Si quieres tener un cambio verdadero, comienza por cambiar tus pensamientos derrotistas y tu diálogo interno. Sustitúyelos por pensamientos de prosperidad y PALABRAS DE PODER. Este es el primer paso para lograr la vida de tus sueños.

Aquí te dejo algunas ideas:

Afirmación a eliminar 1: El dinero no es tan importante.

SUSTITUYE POR: El dinero es algo muy importante en mi vida.

Afirmación a eliminar 2: El dinero solo está reservado para unos cuantos.

SUSTITUYE POR: El dinero es accesible para todos, incluida yo.

Afirmación a eliminar 3: El dinero no me rinde.

SUSTITUYE POR: El dinero me alcanza para cubrir todas mis necesidades.

Afirmación a eliminar 4: No soy capaz de ganar mucho dinero.

SUSTITUYE POR: Soy capaz de generar dinero constante y abundante.

Afirmación a eliminar 5: El dinero no es fácil de conseguir

SUSTITUYE POR: Consigo dinero fácilmente.

Afirmación a eliminar 6: Pobre, pero honrada

SUSTITUYE POR: Gano mucho dinero honradamente.

Afirmación a eliminar 7: El dinero no trae la felicidad

SUSTITUYE POR: El dinero me proporciona una vida maravillosa.

Afirmación a eliminar 8: Si tengo mucho dinero, lo voy a perder

SUSTITUYE POR: El dinero llega a mi vida en abundancia y se queda conmigo.

Afirmación a eliminar 9: No llegan oportunidades a mi vida.

SUSTITUYE POR: Yo creo mis propias oportunidades.

Afirmación a eliminar 10: Para hacer dinero debo trabajar muy duro.

SUSTITUYE POR: Para hacer dinero debo trabajar inteligente y estratégicamente.

Afirmación a eliminar 11: No tengo dinero porque nunca tuve estudios.

SUSTITUYE POR: Mi nivel académico no condiciona para mi capacidad de generar dinero en abundancia.

Afirmación a eliminar 12: No sé cómo ganar más dinero

SUSTITUYE POR: Tengo muchas posibilidades de generar ingresos.

Afirmación a eliminar: 13: No soy buena en los negocios

SUSTITUYE POR: Soy capaz de crear un negocio próspero

Afirmación a eliminar 14: No sé vender/no me gusta vender.

SUSTITUYE POR: Me encanta vender, soy muy buena vendiendo.

Afirmación a eliminar 15: No sé cómo invertir mi dinero.

SUSTITUYE POR: Invierto mi dinero inteligentemente. Siempre pienso en qué invertir mi dinero para generar más.

Afirmación a eliminar 16: En mi familia todos somos pobres.

SUSTITUYE POR: Yo soy rica y abundante.

Afirmación a eliminar 17: Si cobro por ayudar a la gente con mis dones, no soy espiritual.

SUSTITUYE POR: El dinero es energía. Doy y merezco recibir y por lo tanto, tengo un equilibrio.

Afirmación a eliminar 18: No necesito tanto dinero.

SUSTITUYE POR: El dinero en abundancia es bienvenido a mi vida.

Afirmación a eliminar 19: La situación está muy difícil. No hay dinero.

SUSTITUYE POR: Siempre encuentro alternativas para generar ingresos.

Afirmación a eliminar 20: El dinero se hizo para gastarlo.

SUSTITUYE POR: El dinero se disfruta y también se invierte para generar más dinero.

Recuerda que el dinero es energía y como tal viene a nuestra vida o no, según nuestra vibración. Si vibras en abundancia, tendrás abundancia. Si vibras en escasez, atraerás escasez. Agradece lo que tienes, modifica tus pensamientos y tu diálogo interior. Atrévete a dar el siguiente paso para mejorar tu economía y sobre todo, no te gastes todo el dinero que te llega, guarda una parte e inviértelo.

El dinero es abundante cuando cambias tu forma de pensar y en lugar de decir «¿En qué gastaré mi dinero?» mejor dices «¿Cómo usaré el dinero que tengo para generar más?»

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